Back to 2007: ¡Bájale al pedal, Marty!
- Santa Cruz Nuestro Lugar
- 19 mar
- 2 Min. de lectura
—¡Marty, por el amor de Dios, bajá el pie del acelerador!—grita el Doc, aferrado al tablero del DeLorean. Marty, con la mandíbula apretada y las manos firmes en el volante, no escucha. Su mirada está fija en la carretera del tiempo, convencido de que solo acelerando puede ganar las elecciones.

—¡Doc, no puedo parar ahora!—responde, con el motor rugiendo.
—¡Pero no así, Marty!—replica el Doc, sudando mientras el condensador de flujo empieza a chisporrotear—. Si seguís manejando la provincia con amenazas y violencia, el sistema va a colapsar y nos va a dejar atrapados en 2007… justo en medio del conflicto docente que puso de rodillas a Santa Cruz.
El velocímetro marca 88 millas por hora y el cielo sobre la provincia se oscurece con descargas eléctricas. En la pantalla del tiempo, comienzan a parpadear imágenes que anuncian el desastre: una oficina destrozada en Pico Truncado, un concejal amenazado con proyectiles tras denunciar el estado de las rutas, un funcionario irrumpiendo con violencia para marcar territorio. Luego, la imagen salta a Caleta Olivia, donde un periodista recibe golpes de la policía mientras cubría una noticia incómoda para el gobernador.
El condensador de flujo brilla con fuerza y proyecta una nueva imagen: un allanamiento en la casa del exministro Julio Gutiérrez. En el interior, las fuerzas de seguridad encuentran un arsenal de armas. Un reflejo claro de los métodos oscuros que rodean a la gestión actual.
—¡Marty, reaccioná! ¡El condensador de flujo está a punto de coparse y nos va a llevar directo al peor momento de Santa Cruz!—grita el Doc, sacudiéndolo del brazo.
Pero Marty sigue acelerando. La máquina del tiempo empieza a vibrar descontroladamente, y en el horizonte se dibuja una imagen aterradora: policías reprimiendo a docentes, piquetes en las rutas, marchas y disturbios. Entre el humo y los destellos eléctricos, un cartel aparece borroso pero claro: Bienvenidos a 2007.
—¡Esto no es gobernar, es una locura!—insiste el Doc, desesperado.
Pero ya es tarde. Con una última explosión de luz, el DeLorean atraviesa el umbral del tiempo y se materializa con estrépito frente a Pizza Exprés, en pleno centro de Río Gallegos.
El grito de la multitud es ensordecedor. Doc mira alrededor, desconcertado: cientos de docentes están en las calles con pancartas, bombos y banderas, protestando contra el gobierno. El humo de las cubiertas quemadas se mezcla con el frío de la noche. Marty abre la puerta del DeLorean, pero apenas pone un pie afuera, un rugido mecánico lo hace girar la cabeza.
Por la esquina de Zapiola y San Martín, una camioneta 4x4 viene directo hacia ellos, acelerando sin detenerse.
—¡Marty, al auto! ¡Es Varizat!—grita el Doc, con el pánico reflejado en su rostro.
El tiempo ha cerrado su ciclo. Otra vez Santa Cruz está atrapada en su peor pesadilla.
Por @_fernandocabrera
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