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Foto del escritorSanta Cruz Nuestro Lugar

Cemento y materia gris: identidad, orgullo y sentido de pertenencia

La obra pública es crucial para el fortalecimiento de la identidad de una comunidad, ya que representa un compromiso concreto, tangible y visible con las y los vecinos y su lugar. La participación ciudadana la clave.

La inversión en obra pública -en ejecución o finalizada-, como la renovación del casco céntrico en la Av. Kirchner, el boulevard de la Av. San Martín, la restauración integral de la Plaza San Martín, las plazas de troncos, el asfalto en las calles 13 y 22 del Barrio San Benito, la Plaza de la Democracia, la finalización de los pluviales de la Cuenca Sarmiento, las letras monumentales de Río Gallegos, el Centro de Monitoreo, el Parque de los Niños, la Casa de Abrigo, la Puesta en valor de la Chata Swift, la reapertura Teatro Municipal, los monumentos de la Mujer, del Soldado José Honorio Ortega, de la fauna autóctona, al Amor, a los intendentes Freddy Martínez y Néstor Kirchner, a los héroes del ARA SAN JUAN, los tótems informativos, el mejoramiento de la traza vial en distintas arterias y veredas, la Casa de la Juventud, la Nave Cultural, y otros proyectos importantes, no sólo mejoran la calidad de vida de los habitantes, sino que también crea un sentido de pertenencia y orgullo en la comunidad, máxime cuando de ser anfitriones en la “Ciudad Cordial” se trata.


La obra pública puede ser una manifestación concreta de la historia y cultura de una comunidad, ya que puede incluir la preservación de monumentos y sitios históricos, así como la creación de nuevas estructuras y edificios emblemáticos que reflejen los valores y la identidad de la comunidad. También puede fomentar la inclusión y la participación ciudadana al permitir que los vecinos participen en el diseño y la planificación de proyectos importantes. Por otro lado, los proyectos de infraestructura pueden mejorar el acceso a empleos y oportunidades comerciales, lo que a su vez puede aumentar la prosperidad y el bienestar económico de la comunidad en general.


En resumen, la obra pública -aunque el cemento no se coma- es una herramienta fundamental para fortalecer la identidad de una comunidad. Los proyectos de infraestructura y la inversión en obras públicas pueden mejorar la calidad de vida de los residentes, fomentar la inclusión y la participación ciudadana, impulsar el desarrollo económico y, en última instancia, crear una comunidad más vibrante, unida y orgullosa con identidad y sentido de pertenencia.


Porque en definitiva sólo se ama lo que se conoce…

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