Día Nacional del trabajador y la trabajadora del Estado
- Santa Cruz Nuestro Lugar
- 27 jun
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Hoy se conmemora el Día Nacional del Trabajador y la Trabajadora del Estado. Sí, hoy, aunque nadie te lo recuerde. Aunque ningún funcionario se digne a tirar un “gracias por tanto” ni se les caiga un mísero posteo con una foto en la oficina, como para disimular que entienden de qué se trata la cosa. Para el gobierno nacional y también el provincial, el trabajo estatal es como ese tío que incomoda en los asados, o esa novia hermosa (aunque con baja autoestima) a la que hay que intoxicar con maltrato físico y psicológico para recordarle lo poco que vale.

Y mientras tanto, los y las estatales siguen bancando la parada, con sueldos que no alcanzan ni para la promo del súper, oficinas hechas pelota, computadoras que funcionan de milagro y contratos que se renuevan más seguido que los memes del día. Ni hablar de la estabilidad laboral, que hoy es más leyenda urbana que derecho adquirido.
Pero eso sí: cuando hay que apagar incendios, salir al territorio, abrir una escuela en pleno invierno o poner el cuerpo en un hospital, ahí están. Sin cámaras, sin aplausos, sin feriados con nombres rimbombantes. Laburando. ¿Y qué reciben a cambio? Ninguneo. Desde arriba y desde abajo. Porque encima tienen que fumarse el discurso fácil de que "hay que achicar el Estado", como si fuera una empresa con empleados de más y no el sostén de lo poco que todavía funciona en este país.
Probá una semana sin trabajadores del Estado, a ver qué pasa. Se para todo. No hay clases, no hay atención médica, no hay trámites, no hay ni quién apague la luz. Un despelote. Pero claro, somos ñoquis.
En Santa Cruz, para no ser menos, el desprecio viene con moño. Mientras se llenan la boca hablando de soberanía, laburo y justicia social, ajustan sueldos, precarizan tareas, estiran negociaciones paritarias y siguen administrando la pobreza desde escritorios que nunca pisan la calle.
Esto no es un panfleto, ni un reclamo sectorial. Es apenas un baño de realidad: sin empleados públicos, no hay gestión, no hay políticas, no hay Estado. Lo demás es maquillaje y discurso de marketing.
Y como no todo es bajón, también vale rescatar el valor simbólico de los trabajadores del Estado a lo largo del tiempo. Desde "Santa Cruz, nuestro lugar" compartimos esta foto histórica publicada por la Fan Page Mi Río Gallegos, donde se ve a la señorita María Eva Wild, elegida Reina de la Asociación del Personal de la Administración Pública de Santa Cruz en octubre de 1968. Fue durante una fiesta que celebró el segundo aniversario de la entidad. Mirá vos, antes hasta había reinas. Hoy apenas si hay respeto.
Feliz día a quienes laburan, sostienen y empujan el carro mientras otros se sacan fotos andando en bici por la costanera de Caleta Olivia, o realizando anuncios en Cabo Virgenes rodeado ante una eufórica multitud de pingüinos entre la mata negra.
Por @_fernandocabrera
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