Pamela Scala, es la emprendedora detrás del showroom Azules Turquesas. Su “tiendita” como ella le dice, luego de 7 años en su hogar abrió sus puertas al público en Bernardino Rivadavia N°371 con cada detalle soñado y el acompañamiento de quienes la aprecian.
Docente de profesión, en 2017 ante dificultades económicas y en busca de mejores posibilidades, su historia emprendedora comenzó como la de tantas otras personas: “Empecé vendiendo ropa usada en ferias, hasta que un día pedí prestada plata y compré 10 musculosas, las cuales se las vendí a mi entorno”, al notar que logró el objetivo de venta, reinvirtió las ganancias abasteciéndose de otros productos y con un perchero usado empezó a recibir personas en su hogar.
Con un emprendimiento gestándose, bautizó como “Azules Turquesas” a su “tiendita” por una canción del rionegrino Lisandro Aristimuño. “Le metía muchas horas a las redes sociales, al WhatsApp, sacaba fotos y seguía llevando a domicilio”, la emprendedora luego de muchos años de trabajo logró hacerse de clientas que no dejaron de acompañarla. “Finalmente, a los meses de ver que emprender me apasionaba y que me estaba ayudando a vivir mejor, decidí renunciar definitivamente a mi cargo docente y dedicarme de lleno a esto” cuenta Scala a Santa Cruz Nuestro Lugar.
Este lunes, tras meses de planificación, buscando ideas para tener un estilo propio que identifique y refleje el emprendimiento y con los tramites administrativos, comerciales y legales finalizados, Azules Turquesas abrió sus puertas al público en pleno centro con gran variedad de accesorio e indumentaria femenina con colores vivaces y diseños floridos como sello distintivo, “Fue increíble en todos los sentidos. Una siempre tiene miedos y el mío era que no vaya nadie, pero por el contrario, fueron mis clientas de siempre, amigos, familiares y se sumó gente nueva que fue a conocer el lugar. Sin dudas, más de lo que alguna vez imaginé y agradezco inmensamente el acompañamiento” indica con emoción mientras revive con alegría y gratitud esos momentos.
El recorrido personal y emprendedor de “Azules Turquesas” es similar al de otras personas, incluso puede resultar inspirador para quienes en momentos difíciles se suman a buscar nuevos horizontes: “Quizás todo lo que diga ya se dijo y hasta suene trillado. Pero la realidad es que es difícil instalarse y permanecer, pero para que eso suceda hay que ser constante y persistente. Siempre y para todo. No aflojar, aunque haya días o semanas donde nadie nos compra. Confiar en lo que hacemos. Meterle corazón, mente y cuerpo a nuestro emprendimiento. Horas, muchas horas”.
Por último, la mujer que se encuentra ante la concreción de un sueño personal y consultada sobre un mensaje que podría dejarle a quienes en este momento conocen su historia: “Por mi parte solo puedo decirle a todo aquel que haya comenzado y que crea que eso es lo que lo apasiona y lo q quiere hacer el resto de su vida, que nunca deje de meterle garra. Siempre va a haber días duros, pero también días increíbles. Y ese camino es el que nos hace emprendedores aguerridos y el que nos enseña que vale la pena seguir siempre para adelante” cierra Scala entre plantas, flores y otros obsequios de sus clientas que ven en su transitar una historia inspiradora, de esperanza y oportunidades que, aunque tardan llegan.
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