El Gobierno Nacional vuelve a vindicar la sangrienta Campaña del Desierto

En el mediodía de ayer, a través de la cuenta oficial de Facebook de Casa Rosada, el Gobierno Nacional publicó un mensaje provocador que volvió a encender la polémica histórica: a 146 años del inicio de la Campaña del Desierto, se celebró la ofensiva militar encabezada por el general Julio Argentino Roca como una “gesta heroica” y un “hito fundamental en la historia de nuestra Nación”.

La publicación —difundida sin ningún tipo de reparos o matices— reivindica explícitamente aquella campaña como clave para “la extensión del territorio nacional” y “la constitución del Estado moderno argentino”. Nada se dice, sin embargo, del costo humano, cultural y espiritual que implicó: el genocidio de miles de indígenas, la apropiación forzada de sus tierras y la instauración de un modelo de nación excluyente que aún hoy mantiene sus heridas abiertas.

El mensaje no solo omite deliberadamente toda referencia a los pueblos originarios masacrados por el Ejército Argentino entre 1878 y 1885 —como los mapuches, tehuelches, ranqueles y pampas— sino que además insiste en glorificar una campaña militar sangrienta, en nombre del progreso y la unidad nacional.

Al elegir conmemorar esta fecha con una publicación institucional desde la máxima sede del poder ejecutivo, el Gobierno no solo legitima una narrativa de dominación, sino que reafirma su postura política: la historia se cuenta desde los vencedores, y el Estado moderno argentino se funda sobre la negación de los pueblos preexistentes.

La reivindicación de la Campaña del Desierto en 2025, y en particular desde un canal oficial como Casa Rosada, no puede leerse como un acto neutro. Es un mensaje. Uno que impacta con fuerza entre quienes aún luchan por memoria, verdad y reparación. Y que vuelve a poner en evidencia cuánto falta para que la Argentina asuma su pasado con honestidad y justicia.

Por @_fernandocabrera