El sector de Salud mordió el anzuelo de Claudio Vidal

Clarita la cuenta. El Gobierno provincial, con la firma del mismísimo Claudio Vidal, acaba de cerrar un "acuerdo" paritario con el sector salud que no se lo cree ni él ¡Un 20% de aumento escalonado en seis miserables cuotas, como si la inflación esperara sentada. Sin recomposición salarial, sin mejora real, sin nada. Solo un caramelito de madera para disfrazar un ajuste que entra sin anestesia.

Y como si fuera poco, lo hacen pasar como un gesto de diálogo en medio de la "caída de ingresos", como si el problema fuera la recaudación y no la falta de voluntad política para priorizar a quienes sostienen el sistema de salud con el cuerpo. Otra vez, los que laburan en hospitales y centros de atención terminan pagando los platos rotos mientras el Estado se lava las manos.

Pero ojo, el Gobierno no jugó solo. Este acuerdo tuvo el visto bueno de algunos gremios que, en lugar de plantarse con firmeza, le firmaron al Ejecutivo sin chistar. A esta altura, cuesta diferenciar si están representando a los trabajadores o negociando por su cuenta. Porque lo que se firmó no es otra cosa que una rendición decorada.

Y mientras tanto, los pasillos de los hospitales siguen igual: sin insumos, con sueldos que no alcanzan, con profesionales agotados y maltratados. ¿Hasta cuándo?

Quizás lo mejor que el sector salud podría hacer ahora es dejar de jugar al individualismo y empezar a mancomunarse con alguna otra entidad más representativa, que tenga más del 40% de afiliación y esté dispuesta a dar la pelea en serio, sin bajarse los pantalones ni ponerse vaselina en el orto cada vez que el Gobierno los llama a “dialogar”.

La próxima reunión paritaria será recién en octubre (¡Una eternidad!). ¿Para qué? ¿Para volver a aceptar las migas? ¿Para firmar otra vez por debajo de la inflación y hacer como si nada?

El sector salud mordió el anzuelo. Pero si quiere dejar de sangrar, va a tener que soltarse, organizarse y pelear con dignidad. Porque con esta receta, lo único que se garantiza es más ajuste y más resignación.

Por @_fernandocabrera