Jairo Guzmán se atribuye una supuesta "gestión directa" para la reapertura del aeropuerto de Río Gallegos

Si bien se confirma la reunión entre el diputado nacional Jairo Henoch Guzmán con Facundo Leal, presidente del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA), la narrativa de un "logro" personal o de una gestión de último momento impulsada por el legislador parece ser, cuanto menos, una exageración oportunista.

La realidad indica que la tan mencionada reapertura estipulada para el 23 de diciembre no es el resultado de una gesta heroica del libertario, sino la simple y llana culminación de obras y planificaciones preexistentes. El proyecto de modernización y reforma de la infraestructura aeroportuaria, al que el diputado se apresura a vincular con el actual "plan Milei", es el fruto de un proceso que se venía ejecutando con fechas de finalización ya pautadas.

Claramente la infraestructura no se construye ni se reabre por arte de magia ni por un simple café de trabajo; se logra con planificación, presupuesto y obreros, mucho antes de que el legislador en cuestión decidiera destacar su rol.

En definitiva, la reapertura del aeropuerto es una buena noticia para Río Gallegos. Lo cuestionable es el empeño del diputado Jairo Guzmán en enmarcar un hecho administrativo y técnico —la finalización de obras— como una demostración de poder político y gestión personal inexistente.