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Marcela López y el 24 de Marzo

  • Foto del escritor: Santa Cruz Nuestro Lugar
    Santa Cruz Nuestro Lugar
  • 24 mar
  • 3 Min. de lectura

El 24 de marzo, Argentina conmemora el Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia. Es una fecha que nos recuerda las heridas abiertas de la última dictadura militar (1976-1983), un período en el que el terrorismo de Estado desapareció a miles de personas. Pero esta jornada no solo nos convoca a mirar el pasado, sino también a interpelar el presente: ¿qué significa pedir justicia hoy, en democracia?

Como bien sabe el lector de "Santa Cruz nuestro lugar", en Río Gallegos, la figura de Marcela López se convierte en un símbolo de esta pregunta. Desaparecida el 22 de mayo de 2021, su caso sigue envuelto en incertidumbre, sospechas y una dolorosa falta de respuestas. Su familia y sus allegados han denunciado irregularidades en la investigación y han exigido una búsqueda real, efectiva y sin hipótesis forzadas. Sin embargo, el tiempo avanza y la verdad sigue sin aparecer.


Desde el primer momento, la investigación policial estuvo plagada de falencias. Se sostuvo rápidamente la hipótesis de un suicidio, basándose en la presencia de sus zapatos cerca de la ría, sin profundizar en otras líneas de investigación que la familia consideraba claves. No se aseguraron correctamente las pruebas en los primeros días, y hubo demoras significativas en la intervención de perros rastreadores. Cuando finalmente se realizaron allanamientos en propiedades vinculadas al caso, los resultados fueron difusos y las respuestas nunca llegaron a ser concluyentes.


Uno de los puntos más cuestionados fue la falta de seguimiento a indicios que sugerían que Marcela podría haber sido víctima de un hecho delictivo. Su entorno cercano nunca fue investigado a fondo, y las posibles pistas que habrían podido esclarecer su paradero fueron desestimadas sin un análisis exhaustivo. Para la familia, la actitud de la policía y de la Justicia reflejó más una intención de cerrar el caso con la teoría más conveniente que un verdadero compromiso con la búsqueda de la verdad.


El 24 de marzo nos recuerda que la desaparición forzada fue una de las prácticas más crueles de la dictadura. Hoy, en tiempos de instituciones democráticas, no se puede ignorar que aún existen personas que desaparecen sin que el Estado pueda dar respuestas claras. Casos como el de Marcela López o, a nivel nacional, el de Julio López en 2006, demuestran que la lucha por la verdad y la justicia no es solo un asunto del pasado.


Si bien el contexto es diferente y no estamos frente a un aparato estatal sistemático de represión, la falta de respuestas y la impunidad generan una sensación similar: la de una ausencia impuesta, la de una verdad que se escapa, la de una familia que lucha contra el silencio.


Pedir justicia por Marcela López en el Día de la Memoria no es desviar el foco de la dictadura, sino ampliarlo. Es reafirmar que la democracia debe sostenerse en el compromiso con la verdad y en la garantía de que ninguna persona desaparezca sin que el Estado despliegue todos sus recursos para encontrarla. La memoria no solo se honra recordando a las víctimas del pasado, sino también exigiendo justicia en el presente. Porque la consigna "Nunca Más" no debe ser solo un lema contra la dictadura, sino un principio rector de toda sociedad que se dice democrática y comprometida con los derechos humanos.


Hoy, 24 de marzo, recordar a Marcela López también es un acto de memoria para que nuestra comunidad tenga presente que la impunidad no puede tener lugar en ningún tiempo ni en ningún contexto.

Por @_fernandocabrera

 
 
 

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