Con la Ley de Emergencia Pediátrica aprobada y judicializada, Milei no tuvo más opción que cumplir: 61% de aumento para trabajadores del Garrahan
- Santa Cruz Nuestro Lugar
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El Gobierno había hecho de la negativa una bandera. Vetó la Ley de Emergencia Pediátrica, resistió su aplicación y acusó al Congreso de “irresponsable”. Pero, tras la presión judicial y la persistencia gremial, terminó cumpliéndola.

Los trabajadores del Hospital Garrahan lograron un aumento del 61% en el salario básico, retroactivo a octubre y con el bono vigente. "Ganaron las y los trabajadores del Garrahan: ganó una Causa Nacional", festejó en redes sociales la asociación que agrupa a los profesionales y técnicos que trabajan en el centro de salud.
El texto de la ley --que Milei intentó enterrar-- declara por un año la emergencia en salud pediátrica y obliga al Estado a priorizar recursos para hospitales, insumos y salarios. También restituye derechos a los residentes y exime del impuesto a las Ganancias a quienes trabajan en áreas críticas. En los hechos, representa un giro forzado de la Casa Rosada, que debió asumir una derrota política frente a un reclamo imposible de silenciar.
"Ahora vamos a esperar que se efectivice lo que informa la dirección del hospital en un comunicado oficial y esperamos que se cumpla en todos los términos", agregaron desde el gremio APyT y le agradecieron "a todos los que hicieron parte de este reclamo histórico".
La crisis golpeó tan fuerte que muchos profesionales decidieron emigrar; algunos se trasladaron a otros centros de salud y otros directamente dejaron el país en busca de mejores salarios, cansados de la angustia cotidiana y del desgaste de una pelea que parecía no tener fin.
Y aunque ahora el Gobierno intente presentarlo como un triunfo de la “gestión libertaria” --con posteos en redes que lo muestran como una administración eficiente de los recursos--, la realidad es otra: no tuvo alternativa. El Ejecutivo terminó aplicando la ley por obligación, presionado por la Justicia, la movilización gremial y el amplio respaldo social que acompañó la lucha del hospital.
Así, la ley que el Gobierno intentó frenar se convirtió, finalmente, en la herramienta que garantizó derechos y recuperó dignidad laboral.
Un freno a la motosierra
"Este es un buen antecedente para el conjunto de la clase trabajadora argentina, demuestra que la resistencia está, que la fuerza está y la parálisis que proponen las centrales sindicales no es el camino", dijo el delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en el Hospital Garrahan, Gerardo Oroz, al móvil de la 750.
Por su parte, el técnico radiólogo Carlos Bonomo contó cómo fueron estos meses de conflicto abierto con el gobierno: "No tiene comparación con ningún momento político y social, hemos pasado de todo, pero esta falta de diálogo, desidia y criminalización no había pasado nunca", resumió Bonomo, quien entró al hospital con 22 años y hace 38 que trabaja allí.
La victoria del aumento, sin embargo, no agota los reclamos del Garrahan. También piden reemplazar a los profesionales que se fueron por la situación salarial y dejaron muchos puestos vacantes, además de la regularización de 500 trabajadores contratados.
"El aumento fue un logro, una conquista que demuestra que sí se puede arrebatarle cosas al gobierno y ponerle un freno a la motosierra", dijo Oroz en Branca de Vuelta.
Y concluyó: "Acá hay unidad de los gremios que salimos a luchar, de los profesionales médicos, los enfermeros, los técnicos, los auxiliares, de los trabajadores de los turnos diurnos, noche y franqueros y la unidad de todos aquellos que entendieron que tocar al Garrahan era tocar una joya del pueblo argentino. Esa unidad fue clave".
De Página 12.
