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Estalla La Libertad Avanza Santa Cruz: militantes acusan a la conducción de ocultar padrones, manejar la caja y romper la vida orgánica del partido

  • Foto del escritor: Santa Cruz Nuestro Lugar
    Santa Cruz Nuestro Lugar
  • hace 3 días
  • 3 Min. de lectura

Lo que hasta hace unos días era un murmullo de pasillo terminó estallando como una bomba política: un grupo de referentes y militantes de La Libertad Avanza en Santa Cruz le metieron una carta durísima al presidente del partido, Jairo Guzmán, donde lo acusan de incumplir la ley, esconder padrones, manejar la guita sin rendir cuentas y convertir la estructura libertaria en un boliche corte El Canelo cerrado para unos pocos amigos.

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El documento, fechado el 1 de noviembre y firmado por una docena de dirigentes de distintas localidades —de Río Gallegos a Las Heras, pasando por Caleta y Río Turbio— no tiene desperdicio. En tono formal pero con una bronca que se lee entre líneas, le recuerdan a Guzmán que rechazó reunirse con los militantes del interior el 26 de octubre y que viene incumpliendo con “las funciones, principios y disposiciones” de la Carta Orgánica y las leyes electorales. O sea: lo acusan de manejar el partido como su kiosco personal, algo muy de su estilo.


La movida no es menor. Los firmantes —entre ellos quienes ocuparon roles técnicos y financieros en la campaña 2025— le exigen la inmediata normalización del padrón de afiliados, la entrega de los registros a la Justicia Electoral y la publicación de los balances y gastos de campaña. En otras palabras, quieren saber quiénes están afiliados de verdad, cuánta plata entró y en qué se gastó. Y si alguien pensaba que se trataba de un reclamo administrativo, se equivoca: los militantes advierten que, si no hay respuesta, llevarán el caso directamente a la Justicia Electoral Federal.


También reclaman que se terminen los dedazos para las candidaturas y las designaciones, y que la Comisión Directiva recupere su rol, porque —según dicen— las decisiones se toman entre cuatro paredes, sin consulta y con total discrecionalidad. La bronca se potencia con la denuncia de que se abrieron sedes nuevas, como la de Las Heras, sin ningún acto formal ni resolución interna, y que todo se hace “a espaldas de la militancia”.


El texto no se queda en sutilezas: habla de “falta de transparencia, institucionalidad y participación democrática”, de “riesgo de legitimidad” y de “pérdida de confianza de la militancia”. Según se lee, el mensaje es claro: Guzmán, abrí el juego o nos vamos a la Justicia.


Los militantes, además, piden la confirmación de las renuncias del responsable técnico de campaña, y del encargado económico, Raúl Ariel Borquez, que —según afirman— se produjeron sin comunicación interna ni publicación oficial, como exige la Carta Orgánica. En otras palabras: no solo hay ruido político, también hay olor a quilombo contable.


La carta cierra con una advertencia que suena casi como una amenaza: si el incumplimiento sigue, el informe será presentado ante la Justicia Electoral Federal “en carácter de observación institucional”. Y, por si acaso, los firmantes aclaran que esperan que no se tomen represalias contra nadie. Traducción: hay miedo a las vendettas internas.


En definitiva, lo que se cocina dentro de La Libertad Avanza santacruceña parece más una guerra civil que una simple interna partidaria. Mientras Guzmán intenta mantener el control, los militantes del interior se plantan y le dicen basta al secretismo, al amiguismo y a la conducción cerrada. Y lo hacen con una advertencia que suena fuerte: si no hay democracia interna, la van a buscar en los tribunales.


En Santa Cruz, la “libertad” parece estar en disputa. Y el partido que lleva ese nombre, lejos de avanzar, por ahora se prende fuego.

Por @_fernandocabrera


 
 
 

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