¿Golpe institucional en Los Antiguos? ¡Ah, re!
- Santa Cruz Nuestro Lugar
- hace 6 días
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Parece que en Los Antiguos se armó la de San Quintín. Según Víctor Pennisi, ex jefe de Gabinete, estaríamos ante un “golpe institucional” contra la intendenta Zulma Neira.

Así, sin anestesia. Como si de pronto los tanques hubieran asediado la plaza municipal, los aviones hubieran oscurecido el cielo de la comarca andina y estuviéramos en pleno bombardeo como aquel nefasto 16 de junio de 1955 en Plaza de Mayo.
¡Por favor, amigardo! No jodamos…
Lo que hay acá es un conventillo político con gremialismo picante y puja de poder, pero eso no es ningún golpe. Es apenas la versión patagónica de lo que pasa cada dos por tres en cualquier rincón del país. ATE patea el tablero, el gobierno provincial —dicen— juega a dos puntas, la jefa comunal amagó con renunciar y la militancia salió a abrazarla como si fuera Evita bajando al barro. ¿Dramático? Capaz. ¿Institucionalmente grave? Mmm… aflojá un poco, hermano.
Usar la palabra “golpe institucional” en Argentina no es joda. Acá sabemos bien lo que eso significa. Acá hubo desapariciones, persecuciones, listas negras, sangre en la calle. Acá los golpes no eran conferencias de prensa ni paros sindicales: eran botas, picanas y decretos de facto. Tirar esa palabra como si fuera harina en carnaval es una falta de respeto a la historia… y al sentido común.
Pero claro, cuando el barco se sacude, más de uno se hace el héroe de la democracia sitiada. En vez de bancarse la presión, eligen el papel de víctimas épicas, como si estuvieran resistiendo el asedio del Imperio. Y vos los ves ahí, en la radio, con la voz temblorosa, diciendo que “quieren quebrar un gobierno honesto”, mientras la intendenta sigue firme en su sillón, con mate y torta frita. ¡Mamita querida!
¿Querés denunciar un apriete mafioso? Bien. ¿Hay pruebas de que el gobierno provincial se puso la gorra? Mostralas. Pero no inflés la realidad como un globo de cumpleaños solo para zafar de una crisis de gestión. Eso no es defender la institucionalidad, es hacer política berreta con la memoria ajena.
La democracia no se quiebra porque un gremio te hace una sentada. Se quiebra cuando se miente con la historia, cuando se bastardea el lenguaje y cuando se llama “golpe” a cualquier cosa que no te guste. En ese tren, mañana un escrachito en Facebook va a ser terrorismo de Estado.
Y al final, como en todo sainete criollo, los aviones bombarderos se replegaron, los tanques pegaron la vuelta por la avenida principal y la intendenta salió de abajo de la cama, se calzó el poncho, se peinó un poco y llegó a un acuerdo con los trabajadores de ATE abriendo el diálogo para las paritarias en el segundo semestre de este año.
Fin del golpe. Se agradece la preocupación, pero la democracia sigue viva… y tomando mate.
Por @_fernandocabrera
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