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"¡Gracias por el apoyo!": La emoción de los científicos tras el último streaming submarino

  • Foto del escritor: Santa Cruz Nuestro Lugar
    Santa Cruz Nuestro Lugar
  • 11 ago
  • 3 Min. de lectura

El balance de los investigadores sobre la campaña al Cañón Submarino Mar del Plata que rompió récords de audiencia y puso en evidencia la importancia de la ciencia argentina.  

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Entre aplausos, un canto repetido de Argentina y exclamaciones, terminó el streaming viral de las inmersiones del Conicet y el Schmidt Ocean Institute en el Cañón Submarino Mar del Plata. La primera vez que se explora esta zona en vivo rompió récords: más de un millón de visualizaciones y miles de personas se conectaron diariamente. "Viva la ciencia argentina", corearon algunos de los más de 30 investigadores argentinos este domingo. Cuando lleguen a tierra, el trabajo no se detendrá: por eso, agradecieron a los espectadores, pero les pidieron que no vayan a recibirlos.


En los últimos momentos del vivo, los científicos colocaron un cartel con el lema "Gracias por el apoyo", firmado por el Grupo de Estudios del Mar Profundo de Argentina (Gempa). Cada uno saludó y agradeció, pero los minutos del resto del viaje están contados y planificados: "tenemos que ir desarmando mientras el buque va navegando a puerto. Toca tierra y nosotros ya tenemos que estar bajando las cosas y ya nos espera el flete y ya se están llevando y nosotros atrás de eso a descargarlas todavía y después,  a la tarde, está pensado una visita de las familias", relató Diego Urteaga, investigador embarcado del Museo Argentino de Ciencias Naturales Conicet.


La expedición científica "Talud Continental IV" estuvo 19 días en el mar argentino y sorprendió tanto a expertos --embarcados y en tierra-- como al resto del país. Mientras el resto de la embarcación trabaja en analizar, preservar y clasificar los muestreos, los doctores Ignacio Chiesa --investigador del Centro Austral de Investigaciones Científicas CONICET-- y Urteaga hablaron con Página/12.

Ciencia con ruido de mate

Se conectaron más de 80 mil espectadores en las trasmisiones de YouTube para explorar el mar argentino y en todas las redes sociales circularon capturas de pantalla de un "pulpo Dumbo", una "estrella de mar culona", animales con forma de pepino, calamares rojos voladores y peces telescopio. En las última semana, la transmisión llegó a ser el segundo contenido más visto en la red social de videos y superó a canales de streaming famosos. Para Chiesa, "la pasión es argentina" y la gente se alegró de "ver hacer ciencia mientras escucha ruido de mate".


Schmidt Ocean Institute nunca pensó en alcanzar esta masividad: no les pasó en ninguna de sus campañas desde 2009. El jefe de la expedición, Daniel Lauretta, lo describió como una "oportunidad única". "De repente, la ciencia deja de ser algo lejano o inaccesible, y se vuelve parte del día a día. Además, nos obliga a explicar lo que hacemos de forma clara, sin vueltas, para que cualquiera lo pueda entender y disfrutar. Es una forma de abrir las puertas del barco, del laboratorio, y del fondo del mar, todo al mismo tiempo", sostuvo.


Para Chiesa, el encanto inesperado estuvo en lo cotidiano. "La pasión y la alegría características del ser latino, de estar en el control tomando mate y llamándonos por los nombres y apodos, haciendo chistes", agregó. La misión contó con equipo de alta calidad, como un vehículo operado remotamente (ROV) SuBastian, capaz de capturar imágenes submarinas en ultra alta definición y recolectar muestras sin alterar el entorno. El cañón Mar del Plata se encuentra a 300 kilómetros de la costa y es donde confluyen la corriente cálida de Brasil y la corriente fría de Malvinas. Así, es un área en un laboratorio natural para el estudio de la biodiversidad submarina y las dinámicas oceánicas.


"Nosotros somos un producto del esfuerzo de un montón de gente que vive en Argentina que labura en universidades públicas y nos educó; de un montón de financiación del Conicet a través de nuestros salarios, primero como becarios, después como investigadores; y la inversión del Estado en la formación de todos los que estamos acá, porque acá Schmidt pone pone los fierros y los técnicos que los manejan. Pero hacia dónde ir, qué animal tomar, cómo tomarlo, cómo luego procesar esa ese individuo e identificarlo... todo eso corre por cuenta de la sabiduría de nuestro país", celebró Urteaga. Entre sus palabras se subraya que sin financiación ni universidad, no hay ciencia posible.


Además, señaló: "son muestras que van a quedar en nuestro país, va a ser estudiado por argentinos, van a hacer materia prima de investigación argentina". Por esto, la primera parte del trabajo fue "muy demandante". Una vez que la transmisión finalizaba comenzaba la etapa de muestreo que por "respeto al material" tenía que hacerse con la mayor concentración. En general, las ciencias marinas no tienen el privilegio de tener tantos detalles como la profundidad y la posición exacta del material recolectado para la investigación.

De Página 12.

 
 
 

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