¡Julio llega a Santa Cruz con antisemitismo!
- Santa Cruz Nuestro Lugar
- 1 jul
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En Santa Cruz, donde los hospitales funcionan a medio pulmón, los pibes estudian sin calefacción y las rutas parecen más pistas de rally que caminos provinciales, la Legislatura decidió dedicar su valioso (¡Y carísimo!) tiempo a aprobar una ley contra el antisemitismo. Sí, leíste bien: mientras la olla presión social está por estallar, los diputados nos regalan gestos simbólicos con moñito institucional.

Nadie duda de que combatir el odio es importante. Faltaba más. Pero hay que tener cara para presentar esto como “un paso histórico”, cuando el presente arde por todos lados. Parecen vivir en una burbuja de gas envasado. Porque, mientras ellos levantan la manito para "decirle no al odio", en los barrios no hay pediatras, los jubilados esperan horas para un turno y los docentes siguen laburando con sueldos que no alcanzan ni para llenar el changuito.
La ley, que copia textual la definición del antisemitismo del IHRA (organismo internacional), no trae nada nuevo bajo el poncho. La Argentina ya tiene leyes nacionales que castigan la discriminación. ¿Entonces? ¿Para qué esta versión provincial? ¿Para la foto? ¿Para el video emotivo en redes? ¿O será para demostrar que están “haciendo algo”, aunque sea puro fuego de artificio?
Y ojo, que no estamos diciendo que la lucha contra el antisemitismo no valga la pena. Pero en este contexto, suena más a maquillaje político que a política pública. Porque una ley sin presupuesto, sin capacitación, sin campañas educativas y sin protocolo de acción es como un calefactor sin gas: puro adorno.
Lo que duele es la desconexión. ¿De verdad creen que este era el tema más urgente? ¿No hay hambre, desempleo, aulas que se caen a pedazos, familias sin techo? ¿No sería mejor que se pongan los pantalones largos y empiecen a legislar para los que madrugan y se rompen el orto para llegar a fin de mes?
La política santacruceña está jugando al simbolismo como si viviera en una novela de autoayuda. Y mientras tanto, el pueblo sigue esperando lo básico: salud, educación, laburo digno, seguridad. No queremos declaraciones de principios, queremos hechos concretos. No queremos discursos conmovedores, queremos decisiones que mejoren la vida real. Basta de acting.
A este ritmo, vamos a terminar diciendo "Nunca Más"… pero a los políticos que siguen vendiendo humo mientras el incendio se propaga.
Y como si todo esto no fuera lo suficientemente surrealista, en la foto del acto aparece el diputado Fernando Españón —¡Sí, el mismo que está procesado por abuso sexual y abuso de autoridad!— de lo más campante con su sonrisita antidesafuero. No solo no se sonrojan, ¡encima se sacan la selfie legislativa del día!
Y ahora, una preguntita incómoda para cerrar: ¿sabrán estos legisladores que el antisemitismo también puede venir desde el propio Estado de Israel, cuando bombardea civiles palestinos y niega sistemáticamente los derechos humanos de un pueblo entero? ¿Sabrán, además, que el pueblo palestino también es semita? Sí, aunque no les entre en el guion. Porque el término “antisemita” no distingue según geopolítica, religión ni simpatías internacionales. Es contra los pueblos semitas, y los palestinos lo son tanto como los judíos.
Así estamos, querido lector de "Santa Cruz nuestro lugar". Con leyes de cartón, prioridades al revés, y discursos que no alcanzan ni para calentar un mate. Pan, trabajo, agua… y después, si queda tiempo, hablamos de todo lo demás. Pero con los pies en el barro, no flotando en nubes de corrección política y cinismo con moño.
Por @_fernandocabrera
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