Las cuatro mentiras de Milei en el Congreso

En su discurso de apertura de sesiones legislativas, Javier Milei desplegó un relato económico que, más que una descripción de la realidad, pareció una construcción ideológica destinada a justificar un ajuste brutal sobre los sectores más vulnerables.

En Santa Cruz Nuestro Lugar, contrastamos sus afirmaciones con los datos concretos y revelamos las inconsistencias en su diagnóstico de la economía argentina.

Uno de los pilares de su exposición fue la afirmación de que la economía creció un 5% en 2024. Sin embargo, este dato, tomado de diciembre, no refleja la verdadera dinámica de la actividad. La base de comparación es engañosa, ya que el período previo registró una caída del 4,2%. Además, la leve recuperación se concentró en sectores que representan apenas el 4% del empleo, como la intermediación financiera, la minería y la energía. Es decir, un crecimiento estadístico que no impacta en la creación de trabajo ni en la mejora del poder adquisitivo de la mayoría.

Milei también insistió en que la inflación tiene anclajes fiscales y monetarios. Pero el aumento descontrolado de precios que se vive desde su asunción no responde exclusivamente a estas variables. El ajuste cambiario y la contracción salarial han sido determinantes. Desde que llegó al poder, los salarios reales han caído alrededor del 10%, mientras que la política de libre flotación del tipo de cambio ha generado una apreciación del peso que hoy se debate con preocupación en los círculos económicos. La dolarización, otrora bandera de campaña, se ha vuelto un espejismo imposible de sostener sin provocar una crisis aún mayor.

Otro punto central del discurso presidencial fue la afirmación de que en los últimos 15 años no se crearon puestos de trabajo en el sector privado registrado. Sin embargo, los datos desmienten esa tesis. Entre 2010 y 2015, se generaron casi 650.000 empleos formales; entre 2015 y 2019, la destrucción de empleo alcanzó los 230.000; y entre 2019 y 2023, el mercado laboral volvió a expandirse con la incorporación de otros 650.000 puestos. En cambio, desde diciembre de 2023, bajo la gestión de Milei, ya se han perdido 120.000 empleos registrados, lo que confirma que su política económica lejos está de generar trabajo genuino.

Finalmente, el presidente intentó instalar la idea de que el ajuste no cayó sobre la “casta política”, sino sobre el gasto público improductivo. La realidad es que el 20% del recorte fiscal afectó directamente a los jubilados, con licuaciones de haberes que hundieron sus ingresos por debajo de la línea de pobreza. El relato de la austeridad contrasta con un gabinete que mantiene privilegios, con funcionarios que continúan beneficiándose de estructuras burocráticas que, lejos de desaparecer, se reconfiguran para sostener a una nueva élite política.

En un contexto de crisis, el ejercicio del poder requiere más que discursos grandilocuentes y promesas de una salvación futura a costa del sufrimiento presente. La realidad económica de Argentina desmiente los eufemismos oficiales y muestra que el ajuste, lejos de recaer sobre la política, golpea con fuerza a los trabajadores, a los jubilados y a las mayorías populares.

En estos mismos lineamientos, en Santa Cruz Nuestro Lugar nos hubiera encantado analizar la apertura de sesiones de Claudio Vidal en nuestra provincia. Lamentablemente, la tarea se hizo imposible, ya que el gobernador y su séquito optaron por trasladarse a la estancia Plumas Verdes, un estratégico enclave rural elegido no por su valor simbólico, sino por su conveniente lejanía de cualquier posible piquete. No sea cosa que la realidad interrumpa el show. Según trascendió, en su discurso Vidal retomó su ya clásica línea argumentativa: la crisis que atraviesa Santa Cruz no es responsabilidad de la gestión, ni de sus alianzas políticas, ni de su propia incapacidad para gobernar, sino—faltaba más—de los pueblos originarios. En un giro argumental digno de los mejores exponentes del revisionismo histórico a la carta, el mandatario sigue empeñado en encontrar enemigos imaginarios y anacrónicos mientras la provincia se hunde en problemas muy reales.

Por @_fernandocabrera