¡Llegó el festival que todos esperábamos!
- Santa Cruz Nuestro Lugar
- hace 11 minutos
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En medio de bolsillos flacos, bronca acumulada y días largos donde a la Patagonia le pega doble el ajuste, Río Gallegos necesitaba esto como el aire. Y pasó. Pasó en serio. La ciudad explotó de alegría y gente en la primera noche del Festival Aniversario de Río Gallegos, y no es una metáfora: el Boxing Club y La Rural quedaron chicos.

Desde temprano, el predio de La Rural fue un hormiguero. Familias enteras, pibes corriendo, charlas cruzadas, puestos de comida a pleno y ese clima que no se fabrica: el de encontrarse, verse las caras y compartir algo más que preocupaciones. Todo, además, con un detalle no menor: el viento, por una vez, decidió aflojar y volverse un poco más piadoso con nosotros.
Cuando cayó la noche, la marea humana se mudó al Boxing Club. Ahí fue el desborde total. Gente por todos lados, expectativa en el aire y una certeza que flotaba entre todos: hacía falta esto. Música, luces, abrazos, celulares en alto y una ciudad volviendo a latir junta, sin pedir permiso.
El arranque del festival no solo superó cualquier pronóstico, sino que dejó algo mucho más importante que cifras: levantó el ánimo colectivo. En una provincia y un país golpeados por flagelos económicos y sociales que no dan tregua, este festival funcionó como un verdadero respiro emocional, una bocanada de alegría en medio del desgaste cotidiano.
No es menor. Como señaló el intendente Pablo Grasso, estos encuentros generan cambio de humor social, pertenencia y amor por el lugar que habitamos. Y se notó. En las caras, en las ganas de quedarse, en la energía compartida.
Con esta primera noche arrolladora, el Festival Río Gallegos ya dejó claro que no es solo un festejo aniversario: es un acto colectivo de resistencia cultural. Música, encuentro y calle llena para celebrar los 140 años de la ciudad como mejor sabemos hacerlo acá en el sur: juntos, presentes y bancando la parada.
Por @_fernandocabrera
