Milei trae la guerra con Irán a Argentina

Bueno, parece que a Javier Milei no le alcanzaba con prender fuego el Banco Central, dinamitar el Estado y fumarse el litio en nombre del mercado: ahora también decidió jugar al Call of Duty geopolítico. Sí, aunque cueste creerlo, Argentina será la nueva base regional de operaciones de Israel en Latinoamérica. Nos ganamos, así de sopetón, el premio mayor: convertirnos en el centro neurálgico de una guerra que ni nos pertenece. ¡Felicitaciones, eh!

La movida, digna de una película de acción clase B (pero sin guionistas), implica que Israel traslada su base de Santiago de Chile a Buenos Aires. Porque claro, ¿quién necesita estabilidad regional cuando podés meter un polvorín diplomático en pleno barrio porteño? Total, ¿qué puede salir mal?

Y no es joda. Esto lo confirmó gente del propio gobierno con tono de "mirá qué bien lo que hicimos". Según un alto mando castrense —de esos que creen que el mundo se maneja como en una partida de Risk—, la decisión mezcla “financiamiento, prioridades globales y entrenamiento con aliados del mundo libre”. O sea, traducido: queremos jugar en la mesa de los grandes, aunque no tengamos ni fichas.

Obvio, como parte del combo “nuevo orden mundial by Milei”, se cerraron las oficinas de defensa en Venezuela, Cuba y Bolivia —países con los que ahora tenemos menos diálogo que con Saturno— y se abren nuevas en Dinamarca, Bélgica (por si nos queremos tomar una birra con la OTAN) y Japón. Porque nada dice "soberanía nacional" como mandar agregados militares a donde nos indiquen desde la Embajada de al lado.

Mientras tanto, el embajador de Israel en Argentina, Eyal Sela, muy suelto de cuerpo, nos dice que no, que tranqui, que Irán no va a mandar un atentado. Pero ojo, que hay que “tomar todas las medidas de protección” porque “las amenazas siempre existen”. Básicamente, un "quedate piola, pero no te duermas porque esto puede explotar".

Y es ahí donde el sarcasmo se atraganta. Porque en este país sabemos, por las malas, que jugar con fuego en Medio Oriente no es gratis. Ya nos pasó con la AMIA. Y con la Embajada de Israel. Y con todos los muertos que nunca tuvieron justicia. Pero parece que esa historia no se enseña en la Escuela Austríaca de Milei.

Así que ahora, además de inflación, recesión, ajuste y motosierra, sumamos en el menú patrio la chance de quedar metidos en un conflicto ajeno, con olor a pólvora y geopolítica de exportación. Todo por una palmadita en la espalda del “mundo libre” que nos aplaude mientras nos empuja al abismo.

Argentina, sede del sionismo militar regional. Milei jugando a ser Churchill libertario. Y el pueblo mirando desde la tribuna, con un choripán en la mano y la duda de si ese helicóptero que pasa es de Prefectura o de algún dron amigo.

¡Vamos bien!

Por @_fernandocabrera