Paritarias: El gobierno asegura que no hay más pauta salarial
- Santa Cruz Nuestro Lugar

- 26 ago
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En Santa Cruz las paritarias ya parecen un sketch repetido. El gobierno de Claudio Vidal entra, se sienta, escucha un rato y tira la muletilla de siempre: “no hay más pauta salarial”. Listo, levantan campamento y se van. Una cantinela que, viniendo de alguien que prometió “abrir el diálogo” y “escuchar a todos”, suena más a portazo que a negociación.

El trasfondo es bastante evidente: en un año electoral, Vidal se hace el duro, marca la cancha frente a los gremios y quiere vender imagen de tipo prolijo que cuida los números. Pero esa pose de austeridad ya empieza a costarle caro. Los sueldos se los come la inflación y cada mesa sin oferta suma bronca en la calle. La paz social, que debería ser el as bajo la manga de cualquier gobierno, se le está licuando entre las manos.
La posta es que mientras repiten que “no hay guita”, áreas enteras de la provincia están paralizadas. Educación, la Caja de Servicios Sociales, la ASIP y hasta Canal 9 funcionan a media máquina, con trabajadores que ya no saben si reclamar, resistir o resignarse. Todo se estanca porque desde arriba bajan la orden de ajustar y bancarse la parada.
Y mientras tanto, la guita aparece como por arte de magia para otro lado. Todos ven cómo el gobierno larga millones a “consultoras” privadas que hacen el laburo que podrían hacer perfectamente los propios trabajadores de prensa institucional. Y lo más insólito: esos consultores no son cracks de la comunicación ni tipos con trayectoria. Son pibes que juegan con drones, estabilizadores de celular y un par de prompts de inteligencia artificial como si fueran Spielberg. Plata para esos caprichos siempre hay; para los sueldos, ni una moneda.
Así, Vidal se muestra como el piloto que no afloja ante la presión gremial, pero corre el riesgo de pasar a la historia como el gobernador que dejó a la gente con el bolsillo vacío y a la provincia paralizada. Porque la paz social no se compra ni se ordena a decretazo: se construye. Y si lo único que construís es un muro de bronca mientras contratás “consultoras truchas”, lo que vas a conseguir es que ese muro te caiga encima, justo cuando menos te conviene: en las elecciones de medio término.
Por @_fernandocabrera




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