¿Qué me contursi?: Españon habilitado para juzgar a otros

Mientras todos están en modo campaña, midiendo encuestas y tirando promesas al aire, algo mucho más serio se está cocinando en silencio: el juicio político a Fernando Basanta.

La Resolución N° 001/2025 sostiene que Basanta aceptó cargos públicos de alta jerarquía sin cumplir con los requisitos constitucionales ni legales exigidos. En criollo: se sentó en un puesto que no le correspondía, lo cual configura un presunto caso de mal desempeño e inhabilidad moral.

Pero si de moralidades y legalidades hablamos, el asunto se pone todavía más turbio.

La Sala Juzgadora encargada de analizar la conducta de Basanta está integrada, entre otros, por el diputado Fernando Españon, quien está imputado por abuso sexual, abuso de autoridad y coerción en el marco de una relación de dependencia.

Y lo más grave: el tratamiento para su desafuero sigue trabado por falta de quorum, permitiéndole seguir cobrando su dieta y opinando sobre la “moral” de los demás.

Una verdadera desfachatez política.

El tipo que debería estar dando explicaciones ante la Justicia, sigue participando como si nada, protegido por un sistema que se tapa entre sí mientras las víctimas esperan una respuesta que nunca llega.

El protegido sigue cómodo, los demás miran para otro lado, y las instituciones se desangran de credibilidad.

En Santa Cruz, parece que la moral se mide con doble vara: se exige transparencia, pero se apaña al acusado.

Y así, entre pactos de silencio y complicidades, la política provincial vuelve a mostrar su peor cara: la del amiguismo que calla, protege y encubre.

Por @_fernandocabrera