Rápida y heroica intervención de un bombero salva la vida de un niño de un año

La valentía y la rápida acción de un bombero fueron decisivas para salvar la vida de un niño de un año que se encontraba asfixiado. El dramático suceso tuvo lugar el 23 de septiembre, alrededor de las 12:15 del mediodía, frente al Cuartel Central de Bomberos en la intersección de las avenidas Lisandro de la Torre e Hipólito Yrigoyen.

El Suboficial Escribiente Víctor Fuenzalida, que estaba de guardia, notó a una mujer visiblemente desesperada corriendo con su hijo en brazos. El pequeño no podía respirar, una situación que generaba una angustia inmensa. Sin dudarlo, el bombero corrió hacia ellos y, tras evaluar la situación, comenzó a aplicar la maniobra de Heimlich.

En un momento de tensión que duró apenas unos minutos, la capacitación y la sangre fría del Suboficial Fuenzalida se pusieron a prueba. Tras varias maniobras, logró despejar las vías respiratorias del niño, permitiendo que recuperara la respiración.

Una vez que el menor estuvo estabilizado, se solicitó de inmediato una ambulancia del Hospital Regional Río Gallegos para una revisión médica completa. El equipo de profesionales llegó rápidamente y trasladó al niño y a su madre al hospital para asegurarse de que no hubiera complicaciones.

Este incidente resalta la importancia crucial de la labor de los bomberos, quienes, más allá de apagar incendios, están capacitados para enfrentar todo tipo de emergencias. La rápida y eficaz intervención del Suboficial Fuenzalida demuestra cómo la formación constante y la vocación de servicio pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Su heroica actuación es un ejemplo del compromiso que estos profesionales tienen con la seguridad y el bienestar de la comunidad.