Se pudrió todo en Santa Cruz: los tres poderes se dan como caja por el TSJ
- Santa Cruz Nuestro Lugar

- 26 sept
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En Santa Cruz la política está más picante que calzoncillo de lana tejido en PREPAP. Lo que tendría que ser un trámite institucional prolijo terminó en alto bardo: el Ejecutivo mandó las ternas para ampliar el Tribunal Superior de Justicia, la Legislatura se mandó una sesión a puertas cerradas para clavar dos nombres y la Justicia tiró la cautelar como diciendo “¡pará la moto, vieja!”.

Para el lector de "Santa Cruz nuestro lugar" que se perdió el paso a paso del quilombo, le cuento que primero salió la jugada de Vidal y sus diputados: agrandar la Corte provincial de cinco a nueve vocales. Eso abrió la cancha para que el Ejecutivo meta mano con nuevas ternas. La Legislatura, como quien juega a la escondida, sesionó en modo secreto y metió a Sergio Acevedo y José Antonio González Nora. Pero no todo fue gol: varias ternas fueron bochadas o devueltas a comisión.
Mientras tanto, el Poder Judicial, con un par de cautelares, les dijo: “muchachos, hasta que no resolvamos si la ley es posta o un mamarracho inconstitucional, no avancen ni medio metro”.
Y así fue cómo la Constitución quedó mirándolos de reojo. Porque, claro, la movida no es menor: si la Justicia termina tirando la ley por la ventana, las designaciones quedan en offside total. Y atención, porque el bardo se mete de lleno en la división de poderes: autonomía provincial sí, pero siempre dentro del formato republicano. No es cuestión de que el Ejecutivo y la Legislatura se repartan el Poder Judicial como si fueran figuritas del álbum.
El TSJ, en última instancia, es el que tiene que dar la jura a los nuevos vocales. Y ahí se juega un partido aparte: si el propio tribunal no los acepta, los nombramientos quedan pintados.
En este escenario, el clima político en Santa Cruz se viene más oscuro que corte programado de Servicios Públicos. El oficialismo va a querer apretar el acelerador para consolidar poder en la Justicia, mientras que la oposición y algunos sectores judiciales van a usar cada recurso legal para frenar la jugada.
El riesgo es que la pelea se haga tan densa que termine escalando a la Corte Suprema nacional o incluso habilite rumores de intervención federal como tanto amenaza el gobernador Vidal. Si eso pasa, Santa Cruz puede quedar en la vidriera nacional como ejemplo de cómo no manejar una reforma judicial.
Como sea, en estas horas hay una sola realidad: en tanto la rosca política local se recalienta, la bronca social crece. Y muchos vecinos ya ven esto como “los de arriba peleándose por sillones cuando abajo nos falta todo”. El 2025 pinta con elecciones intermedias muy calientes, y este escándalo -como señalamos en otra columna anterior- puede ser el combustible que le dé fuerza a los sectores sociales para marcar la cancha en las urnas.
Por @_fernandocabrera




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