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  • Foto del escritorFernando Cabrera

La historia oculta de la calle Orkeke

En la ciudad de Río Gallegos hay una calle muy transitada de la que casi nunca nos preguntamos el origen de su nombre. Esa calle es la "Orkeke". En su cacofonía umbrosa yace una historia fascinante que nos remonta a los días en que la Patagonia estaba poblada por nuestros ancestros, los Tehuelches.

El Enigma de "Orkeke"

La expedición liderada por el coronel Winter en 1883 cambió el curso de la historia en la región. Durante esa incursión, los Tehuelches, pertenecientes a la tribu del cacique Olkelkkenk, fueron capturados en lo que hoy conocemos como Puerto Deseado. Estos indígenas fueron trasladados a Buenos Aires a bordo del vapor "Villarino". Sin embargo, aquí es donde la trama se complica.

 

Para honrar la memoria del cacique Olkelkkenk, la ciudad de Río Gallegos decidió bautizar una calle con un nombre diferente: "Orkeke". ¿Por qué? ¿Qué razones ocultas llevaron a esta elección? Para descubrirlo, debemos adentrarnos en la vida de un hombre cuyo legado persiste en los recovecos de la historia.




 

Ólkelkkēnk, el Líder Tehuelche

"Orkeke", cuyo verdadero nombre es "Ólkelkkēnk", fue un líder Tehuelche en el siglo XIX. Su figura dejó una huella imborrable en la región patagónica. A pesar de las variaciones en la grafía de su nombre, su legado hoy es innegable.

 

El explorador George Ch. Musters, quien recorrió la Patagonia en 1869/70, describió a este hombre como alguien de seis pies de estatura, con una musculatura proporcionada y una agilidad sorprendente. A pesar de sus 60 años, su vitalidad y resistencia rivalizaban con la de los más jóvenes. Su cabello negro, ojos brillantes y facciones distintas a las patagónicas lo hacían único. Aunque serio y meditativo, también era notablemente inteligente y reflexivo.

 

Fue "Orkeke" quien otorgó la aprobación para que el explorador Casimiro se uniera a su caravana tehuelche durante su expedición. Aunque limpio en sus costumbres, no escapó a los parásitos, y su famosa frase "Los piojos no duermen nunca" revela su sentido del humor.




 

La captura del cacique Orkeke

 Aunque se dice que fue un "error", la verdadera razón detrás de su detención es más compleja.

 

En ese momento, Julio Argentino Roca estaba llevando a cabo la Conquista del Desierto, una campaña militar para expandir el control argentino sobre las tierras patagónicas. El objetivo era dominar a las poblaciones indígenas, consideradas un obstáculo para la colonización y el desarrollo económico.

 

Orkeke y su tribu eran parte de los tehuelches, un pueblo nómada que vivía en armonía con la naturaleza. Sin embargo, su estilo de vida chocaba con los intereses de los colonos y el gobierno. Podemos decir que la captura de Orkeke fue una forma de demostrar el poderío del Estado y enviar un mensaje a otras comunidades indígenas.

 

Aunque se le trató con cierta cortesía en Buenos Aires, la promesa de devolverle sus caballos y permitirle regresar a su tierra nunca se cumplió. Orkeke murió lejos de su hogar, atrapado en un mundo ajeno y hostil.

 

Al llegar a la capital, el gobierno de Roca aceptó el error y alojó a los “prisioneros” en una cuadra del Regimiento Primero de Artillería en Retiro. Roca le obsequió cigarros habanos y 500 pesos, además de prometerles el regreso a Santa Cruz y la devolución de los caballos. Orkeke paseó en coche por Buenos Aires, visitó edificios públicos, el parque 3 de Febrero y el flamante Jardín Zoológico. Acompañado por el militar Ramón Lista, asistió al Teatro de la Alegría para ver la zarzuela Mefistófeles. Sin embargo, las promesas de devolución de los caballos y el regreso a Santa Cruz no se cumplieron.

 

La ciudad afectó a Orkeke: desarrolló bronquitis debido al aire y la humedad. Internado en el hospital militar, murió rechazando todo tipo de tratamientos y medicación.




 

En resumen, la captura de Orkeke fue un reflejo de las tensiones entre los intereses coloniales y los derechos de los pueblos originarios en la Patagonia del siglo XIX.


El enigma resuelto

De esta manera, llegamos al corazón del misterio. ¿Por qué la calle no se llama "Olkelkkenk"? La respuesta está en la historia oral y en los giros del destino. La pronunciación de "Ólkelkkēnk" se transformó con el tiempo, y el nombre que resonaba en las bocas de los habitantes de Río Gallegos se convirtió en "Orkeke". La caprichosa tradición oral se encargó de perpetuar este cambio.

 

Así que la próxima vez que camines por la calle "Orkeke", recordá que detrás de ese nombre hay un líder, un explorador y una historia que merece ser contada. El enigma se desvela, y el espíritu de "Orkeke" sigue vivo en cada paso que damos sobre sus huellas.

Por @_fernandocabrera



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