En un intento por desviar la atención de los problemas reales que aquejan a la provincia de Santa Cruz, el recientemente despedido Secretario de Estado de Turismo, Mario Markic, ha lanzado meses atrás una campaña para observar el eclipse solar anular. Este evento astronómico, que debería ser una oportunidad para el asombro y la educación, se ha convertido en una cortina de humo que oculta las verdaderas falencias del gobierno provincial.

Al buen lector de "Santa Cruz nuestro lugar", esta estrategia de Markic, ¿no le recuerda al mito de la caverna de Platón, donde los prisioneros, encadenados en una cueva, solo pueden ver sombras proyectadas en la pared, creyendo que esa es la única realidad? De manera similar, el gobierno provincial que de momento ha dejado de acusar a los pueblos originarios del vaciamiento de nuestras arcas intenta ahora mantener a la población mirando al cielo, fascinada por el espectáculo celestial, mientras se desenfoca de la miseria y la corrupción a su alrededor.
En una maniobra que parece sacada de la novela "1984" de George Orwell, donde el régimen totalitario manipula la realidad a través de la propaganda y las noticias falsas, el gobierno provincial utiliza los medios públicos para promover el eclipse como un evento de... no sé qué chucha. Táctica que también lo remite a uno a la famosa transmisión radial de Orson Welles sobre una invasión extraterrestre, que un 30 de octubre de 1938 sembró el pánico y desvió la atención de la audiencia norteamericana.
Mientras tanto, en las calles de Santa Cruz, la realidad es mucho más sombría que un eclipse. La reducción del Estado ha dejado a muchos sin acceso a servicios básicos, el congelamiento de la obra pública ha paralizado el desarrollo y la violencia se ha incrementado, como lo demuestran los recientes hallazgos de arsenales en las casas de funcionarios. En los vaciaderos municipales, personas desesperadas buscan entre la basura algo para comer, una imagen que contrasta brutalmente con la invitación a mirar el eclipse.
Es imperativo que la ciudadanía no se deje deslumbrar por estos espectáculos y exija al gobierno provincial que aborde los problemas urgentes que afectan a la comunidad. La verdadera luz que necesita Santa Cruz no proviene del sol eclipsado, sino de la transparencia, la justicia y el compromiso con el bienestar de todos sus habitantes.
Por @_fernandocabrera
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